Conteo Final


¿BOMBOS Y PLATILLOS?

¿Bombos y platillos? Por favor. Parece que cada vez que las aguas se agitan en Lambayeque por las tan ansiadas obras de la reconstrucción con cambios, su máximo representante toma un avión y viene con su enésimo anuncio de lo que dijo desde la primera vez que llegó a esta ciudad con el borrador del plan de reconstrucción bajo el brazo.
Sin embargo, desde esa fecha hasta ahora, cada vez que se le pregunta algo concreto, solo se limita a decir que se trata de un proceso muy complicado y que por el momento nos conformemos con el parchado de las pistas, porque eso es lo que debe hacerse primero; antes que el drenaje pluvial y la represa La Calzada, obras que solo las menciona, más no así la inversión, los proyectos, o los plazos de ejecución de las mismas.
Eso es lo que en concreto “anunció”. Sí, esas pistas que con gran “celeridad” en sus propias palabras, realiza el alcalde de Chiclayo, a quien haciendo honor a su apellido, echó muchas flores, cumplido que fue mutuo en realidad, ya que durante una actividad en un sector de Chiclayo, ambos personajes se prodigaron elogios a más no poder.
Así que no vengan ahora a decir que dio “buenas noticias” a la población lambayecana, o es que acaso piensan que el pueblo no tiene memoria, si eso mismo dijo cuando apareció con el anuncio de los tres mil millones, donde precisamente estaba incluido el drenaje pluvial. ¿Cuál es lo nuevo entonces? ¿O acaso esa vez habló por hablar, pero esta vez sí es en serio?
Mientras tanto, al otro lado del ring, un gobernador regional fue plantado por De la Rosa (como le cambió el nombre una señora durante la extendida reunión de análisis y propuestas del plan realizada el mes pasado), y junto a otros gobernadores regionales del norte y oriente del país, piden su inmediata salida del cargo.
Así estamos, todos contra todos, o mejor dicho dos bandos enfrentados en un escenario donde más que reconstrucción, parece una contienda política pre electoral en la que cada quien busca sus alianzas, y donde como siempre el más perjudicado será el pueblo.

Pero no hagan hígado, no se quejen, no salgan a marchar el 13 de noviembre, porque el reconstructor ha dicho que Lambayeque nunca ha “DISPONIDO” de una inversión tan alta como la que van a ejecutar. Por si acaso,  esa palabrita que le estará asombrando y que está en mayúsculas y entrecomillada, es de su propio léxico, que bien podría decirse que decidió también reconstruir con cambios a la Real Academia de la Lengua.

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