domingo, 12 de noviembre de 2017

COMPLEJO VENTARRÓN Y SU MURAL MÁS ANTIGUO DE AMÉRICA DESTRUIDOS POR INCENDIO

Colecciones de huesos y cerámicos que se encontraban en almacenes también se perdieron
Foto cortesía Wilfredo Sandoval.

Toda la cobertura del sitio y material inflamable derretido cayó sobre el mural más antiguo de América, provocando daños que esperan puedan remediarse. Igualmente las colecciones de huesos y cerámicos que se habían recuperado de los cerros colindantes se perdieron con el fuego, que se habría producido por la quema de campos de caña de azúcar que se extendió hasta el cerco del complejo con más de 4,500 años de antigüedad.
El incendio se inició al promediar las 2:15 de la tarde cuando la quema de campos de caña de la empresa Pomalca se habría extendido hasta el cerco del complejo arqueológico, afectando de inmediato toda la estructura que cubría el lugar, cuyos murales se habían puesto en valor con mucho esfuerzo.
Junto al techo, el material plástico derretido cayó sobre este importante vestigio, en momentos que incluso se dice había turistas, quienes tuvieron que salir corriendo para ponerse a buen recaudo. El cerco colindante de los almacenes también se afectó, dañando las colecciones de huesos de 60 individuos y cerámicos de Collud y Ventarrón, que habían recuperado en las excavaciones de los cerros colindantes.
El director del complejo Ventarrón, Ignacio Alva Meneses, en sus primeras declaraciones sostuvo que se trataría de una negligencia de la empresa Pomalca al quemar los cercos que no le pertenecen.
Lamentó que todas las coberturas desaparecieran y el plástico derretido cayera sobre este impresionante vestigio, pero espera que tal vez algún conservador pueda presentar una propuesta para tratar de salvar lo que ha quedado.
Calificó este siniestro como una destrucción nefasta y lamentable, en pocas horas, de uno de los sitios más importantes de nuestra identidad y el origen de la cultura norperuana.
Los moradores del lugar, preocupados porque el fuego no se extienda también a las viviendas cercanas, llevaron baldes de agua para apagar por completo las zonas que aún permanecían humeantes.

El doctor Walter Alva, quien se encuentra en la capital, se mostró devastado por la noticia y lamentó que este complejo arqueológico, a pesar de su importancia, haya permanecido abandonado y olvidado por las autoridades competentes. 

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